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| Rick y Sam - Casablanca |
Perdura el tiempo en la memoria
sobre alguien al que las
circunstancias
hicieron de él un ser liviano y surrealista,
profecía inevitable de un triste final,
manos que acariciaban viejos pianos
y amaban como a una bella mujer,
partituras extravagantes e inexistentes,
susurros que nos cantaba con pasión,
melodías fermentadas en nuestro
inconsciente
alegres músicas populares, desconocidas,
canciones que como a él, nunca
llegue a entender.
Sonrisa loca, alegría disfrazada de
sufrimiento,
vividor de vidas que pudieron ser y
no fueron,
pocos en su loca y absurda
búsqueda
adoraron y tentaron tantas veces al
azar.
Tócala otra vez Xico,
esa alegoría de un pasado mejor,
tiempos dorados que conocimos y no
vivimos,
la alegría del revivir, del haber
convivido juntos,
de reírnos todas las noches de
nosotros mismos,
que mejor pasado que ese y no
ningún otro
sino el de la vida que ambos
compartimos
en un tiempo muy lejano, corto e intenso,
supervivientes natos de lo que pudo
ser y no fue.
Buen viaje Xico,
con un viejo whisky en la mano,
un buen habano en la boca,
cuéntame por favor, si el
cielo
es como tú lo cantabas
lleno de ritmo, gracia y alegría...
in memorian Francisco Vaz-Serra
