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| Christian Schole |
Aguas que me recorren
manantial mágico en mi interior
que brota con fuerza
y transcurre por mis recovecos,
solo es agua, con algo de sal,
con algo de melancolía.
Ríos que transcurren
a lo largo de una vida,
a veces lento y apacible,
meandros que estáis en los cielos
que me disteis la calma
del devenir de mi infancia,
orillas calmas de vida
corrientes que van por dentro.
Desnivel que nos alcanza
aguas bravas que nos deslizan,
turbulencias es el destino,
la gravedad es quien manda
cataratas que nos arrastran,
ahogarse en tiempos difíciles
no es el camino.
Agua salada que es el mar
destino inequívoco, el final,
como bien os dije al principio
tanto curso de aquí para allá
para acabar en un mar de lágrimas,
mi rio, por no llorar,
caudal de fresca agua dulce
de cauce caprichoso
que por siempre quedará en nos.
Aguas que son la vida,
cauces que dan al mar,
que se funden con el cielo,
que diluvian en la tierra
y otra vez vuelta a empezar
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