Nada podía ser más perfecto
tumbado acariciaba el océano
sentia su frio espejo,
mi ángel de la guarda me miraba
con sus robustas alas plegadas
pues todo tranquilo, un calmo sueño.
Galopar interno, un vibrar del agua
- ¡No por Dios, ahora
no!
pensé en voz alta para mis adentros
pues venia de mi zona oscura
de allá a lo lejos, de mi infinito,
cientos de caballos desbocados
pisoteando mis sentimientos.
Ducha de agua helada
manantial de sudor frio
yerba que se mece al viento
y queda rígida, congelada,
ausencia de vida en vida,
carencia de sentimientos
dolor agudo e intenso.
Solo quería salir huyendo
irme lejos, muy lejos,
marchar al quinto infierno,
desaparecer de mí mismo
meterme en aislamiento
en ese oscuro agujero
que he cavado en el suelo,
la locura de estar solo.
Pero ahí estaba mi ángel
y ha desplegado sus alas
-
Marcha si quieres...
me ha dicho sin decir palabra
comprendiendo que era el momento
de relajarme, quedarme quieto,
seguir sintiendo el agua
observar su belleza,
la que llevamos dentro.
Me ha conmovido . Me ha hecho recordar mis tiempos de depresión . .. Sigue siendo usted un Maestro ... Gracias por escribir .
ResponderEliminarla mente nos hace jugarretas en momentos inoportunos, gracias por lerme...
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