domingo, 23 de febrero de 2020

TABLA DEL UNO

Deb Weiers - Distort



Solo en medio de un absurdo,
un algo lleno y vacío de nada,
tal vez se entienda, o talvez no,
uno por uno es uno.

Y con el tiempo nada progresa,
ni coge cuerpo ni solera,
ni se asienta ni tan siquiera mejora,
uno por dos es lo mismo de antes.

Y vas conociendo gente y lugares
y resulta que no te has movido,
no conoces sitios, ni a semejantes,
uno por tres resulta ser uno.

Y todo sigue dando vueltas
y como creo que no me muevo, no me mareo,
son millones de unos rodando,
uno por cero, nada ni nadie.

domingo, 16 de febrero de 2020

FIN

vadim-baydashnikov - fin



Salto que salto de baldosa en baldosa
y ahora no piso la blanca
y ahora no piso la negra
y mientras en el aire lo pienso.

Que si toco esta secuencia moriré
que si no toco la otra sobreviviré
y me esfuerzo en ser disciplinado
y no cometer errores en mi mente.

Y pierdo el tiempo mientras lo observo
que si no hago lo que dicta mi cerebro
no pasa absolutamente nada
que mis obsesiones son estúpidas y absurdas.

Y cierro la puerta tres veces, tres de tres
en la primera hago la acción de dejar un espacio tras de mi
en la segunda vuelvo a abrir lo cerrado y verifico que esté bien
y en la tercera me digo a mí mismo que no solo con una vez basta.

Y la neurosis y las manías me persiguen por mi cabeza
y me acerco por el lateral del sucio espejo de mi baño
y si aparezco en el reflejo he de hacerme una señal
me miraré pestañearé tres veces y entonces es que soy yo.

Y al acercarme lentamente pisando la cerámica adecuada
habiendo abierto la puerta tres veces
convencido de una vez de haber hecho lo de siempre, lo correcto,
observo despavorido lo que no quería ver.

Resulta que frente al espejo no me encuentro yo
que lo que veo del otro lado, es una fría pared
que da igual lo que pise o haga una y otra vez
que las reglas del hombre no existen,
que he de leerme este escrito otra vez
y verificar donde está el puto error
pues creo haber cumplido las normas
y lo he hecho todo bien…

Blanco, blanco, negro, blanco
cierro, abro cajones y los vuelvo a cerrar
tumba abierta hacia mis obsesiones
de una batalla perdida dentro de mí,
de una guerra de todos contra todos,
del buscar sentido a lo que ya sabemos de antemano
que lo que no tiene ninguna regla
es llegar al final,
al inmenso y sobrio FIN.



domingo, 2 de febrero de 2020

CAÍDA LIBRE

Tebe Interesno 


Andaba con miedo a que las penumbras se lo tragasen, el pasillo era largo, infinito, frío, húmedo, desagradable, tenía una iluminación tenue, casi inexistente, avanzaba con pasos cortos que denotaban inseguridad, caerse no era algo viable, era lo que tenía un suelo resbaladizo y plagado de desniveles, palpaba las paredes pues eran su soporte, su punto de apoyo, muros  de tacto rugoso y desagradable que le estaban dejando las palmas de la manos sucias y doloridas, pero tenía que llegar a algún lugar.

Giró al final del pasillo y continuó el tortuoso camino, poco a poco el techo descendía, de vez en cuando notaba que la cabeza lo rozaba, que su cara se topaba con algo, que no estaba solo en ese angustioso lugar, correr no era la solución y volver por donde había venido tampoco, no se puede desandar lo andado, la única salida, seguir adelante, le asustaba mirar hacia atrás, a veces le parecía oír susurros, risitas incluso en alguna ocasión sintió como si alguien estuviera por detrás, muy cerca y eso le angustiaba y le daba miedo, todo lo que le estaba pasando era una puta locura, un agobio.

Lo que parecía el final, era simplemente otro recodo, giró y se dio un golpe en la parte superior de la cabeza, ahora el techo quedaba justo a su altura, para continuar debía agacharse levemente, la superficie era irregular, tenía alguna arista, así que debía tener cuidado, avanzó y algo húmedo comenzó a caerle por la mejilla, pensó inicialmente que debía ser agua,  pero al limpiarse vio que era sangre, se había cortado, apenas se veía, tenía que continuar incómodamente agachado, tenía que llegar al final de esta pesadilla.

Frío, comenzó a sentir frío, el pasillo cada vez era más  claustrofóbico y agobiante, temblaba ligeramente y  le costaba  respirar pues el ambiente estaba enrarecido, por su boca comenzó a salir vaho, justo en ese momento se topó con una puerta de madera llena de moho, a su lado izquierdo un pomo de hierro oxidado, al ir a cogerlo fue entonces cuando empezó a oír un ruido a lo lejos, extraño, sobrecogedor que se propagaba por la oscuridad del inmenso pasillo que había recorrido, ¿voces del pasado?, ¿voces de los ausentes?, ¿reproches de lo que es? ¿de lo que pudo haber sido?  sintió pánico y con mucho esfuerzo giró el metal y la puerta se abrió sin apenas resistencia haciéndole que cayese de cabeza, extendió los brazos hacia adelante para intentar no lastimarse.

Y entonces el estómago se le vino a la boca, estaba cayendo en caída libre hacia no sabía dónde, la oscuridad era total, iba girando en el vacío sin referencias visuales, la sangre le subía a la cabeza y una terrible opresión le aplastaba los pulmones,  su corazón estaba absolutamente desbocado, sin control, intuía que pronto daría con una superficie y sus huesos en el impacto se romperían como vajilla de porcelana, que un dolor inmenso se apoderaría de él y así se acabaría todo.

Comenzó a gritar desconsoladamente, ya no era él, todo lo que había conocido había desaparecido, estallado, lo había perdido todo, sin trabajo, sin mujer, estaba solo, lo que comenzó como un camino de rosas se había convertido en una pesadilla y ahí estaba sentado en el suelo llorando desconsoladamente, por fin se había roto por dentro.

Y comenzó a sentir como sus lágrimas humedecían el suelo, el agua comenzó a cubrirle, lloraba sin parar, era como una catarata salvaje, como una fuente barroca, toda la tensión acumulada le estaba saliendo de dentro, era un vómito de amargura, era un desconsuelo convertido en tsunami, intentó subir a la superficie pues se ahogaba, todo era agua, y cuando llego arriba se encontró con una inmensa capa de gélido hielo, no había acceso al cielo abierto, no había oxígeno que respirar, iba a morir ahogado en sus penas y fracasos...

Y allí quedó, totalmente solo en medio de la nada, por fin había salido de ese túnel agobiante y ahora el espacio abierto donde se encontraba le daba mas miedo que todo lo pasado.

Sabía que había que levantarse y tenía que volver a empezar.

¡Libertad, ángel protector!


EL POPULISMO