Escribo pues mis dedos corren tras las ideas que plasmo
en este plasma pues el papel y el bolígrafo hace tiempo que desaparecieron y
fueron sustituidos por frías teclas que al contacto de mis yemas llevan las
mismas letras y las refleja en blanca pantalla,
desemboca este entuerto en la necesidad de extraer mi sentimiento que me apura
muy adentro y necesito exprimir.
Siento que recorro las calles tal corriente de agua y
como si las miles de gotas fueran una sola soy la masa que fluye entre otros
iguales y los miro y los toco, los siento y observo que no soy tal como ellos pues ríen y hablan y yo solo
veo sufrimiento.
Y la pluma de antaño mojada en la tinta que arañaba el
pergamino fue sustituida por papel y aquel que escribía perdiendo la vista en frágil
candil posaba sus sentimientos de igual manera buscando un mismo fin, decirnos
algo que emanaba como agua cristalina de puro manantial.
No importa lo que
quede plasmado, lo realmente importante es el ojo que persigue las letras que
se han escrito y la interpretación que se saque de ese revoltijo ilustrado
lleno de vida y de ideas hoy sobre un ordenador o móvil reflejado, antaño en
pergamino o papel.
Pero en el mundo
de la imagen y del video el leer queda relegado a un triste final, pues no es lo
mismo interpretar unos signos o letras y hacer tus ojos y mente trabajar e
interpretar a que te den una idea pensada, masticada y envasada, es comida
rápida de la mente visual.
En fin dejo ya este entuerto y a cada cual busque su
propio final, pues luego me dicen que mis galimatías son difíciles de asimilar
y yo solo busco en todo lo que saco de mi interior reflejar una necesidad de
expresarme que ni hablando, riendo, llorando o simplemente viviendo puedo
comunicar.
Y le hago honor pues se lo merece pues siempre me hace
feliz y escribo aquí el punto final
.
