Cuatro copitas tiene mi noche,
agua del cielo para mi buche,
algo caliente que me libere,
frio es el hielo que me adormece.
Ritual eterno que da comienzo
labios lascivos que besan un sueño
fermento en la mente que nos pierde
sacrificio humano que quema el cuerpo.
Y comienza todo a moverse
en un extraño y diabólico baile
mientras se habla de nada
desinhibiendo nuestros males.
Y el círculo se agranda y nunca se cierra
perdemos el tiempo que nunca ha existido
entramos en nuestros adentros para perdernos
borrachos de ira en confusos sueños.
Y amanece de nuevo y todo es lo mismo
exorcismo baldío pues no tiene cura
beber, bebimos, bebamos
una última copa hoy
es el fin del comienzo.