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| Choronzon - demonio del Caos |
Cabellos rubios al viento sin puesta de sol,
se aferran a ideas del miedo creciendo a la sombra del
éxito,
galimatías de ideas confusas, la arrogancia de no pensar
como él,
silencio, necesita quietud, que nadie replique campanas.
Y ese juego tan frágil, la de la libertad sin barreras
ese aire tan limpio de ventanas abiertas
esa potencia del arte, la mezcla, lo nuestro, lo tuyo
la armonía entre todas
las razas, ¿peligro?
Se acercan nubes negras, humedad en el ambiente,
se quiere limpiar con lluvia se quiere que se lo lleve el
agua,
pero esta cae para todos
arrastrando sin miramientos,
las nubes no las ha traído Dios, las ha traído el pueblo.
¿Qué está pasando?
Cesares complacientes rodeados de hienas
legisladores gordos por sus incoherentes leyes
centurias paralizadas por tupidas intrigas
pueblo alegre, comprado e hipnotizado.
Es la hora de los Ángeles Salvadores
que pondrán disciplina en este desorden
soldados armados hasta los dientes
y el pueblo llano saltando de la arena a las gradas.
Entonces realmente será Satanás quien impondrá el gran
orden
castigará al poder pasivo y al poder corrupto, humillará
al que habla,
echará al diferente, dará poder a las armas
disciplina férrea que asfixiará a la libertad.
Se han olvidado del pueblo real, los más débiles,
con políticas absurdas que beneficiaban a unos pocos,
siempre a los mismos, a los inmerecidos,
a los lobos disfrazados de corderos,
a los amigos del
poder,
a los que vienen a chupar teta vaciando la ubre,
¡es gratis!, un costo terrible.
Es el propio pueblo que se ha convertido,
ya no es ángel alado, ya no quiere odas ni canciones,
no quiere subvenciones, ni palmaditas en la espalda,
ahora es un gran monstruo harto de sufrir.
El gusano, la bestia inicia su viaje
Dientes como sables, zarpas sangrientas
cabeza erguida cabellos rubios al viento,
por desgracia nos
quedamos otra vez sin sol.
No hemos aprendido nada.
Como espectros infectos
bebemos del rio Lete,
y nos olvidamos de todo
repitiendo nuestra triste historia,
bucle melancólico que algún día tendrá que acabar.
