Me miró la muerte
con su afilada guadaña
con sus impasibles ojos,
queriendo recolectar.
con su afilada guadaña
con sus impasibles ojos,
queriendo recolectar.
No te tengo miedo,
lucharé a muerte
y quien pierda, se irá.
Me puse la armadura
de un acero especial
de un acero que da
el amor de los demás.
lucharé a muerte
y quien pierda, se irá.
Me puse la armadura
de un acero especial
de un acero que da
el amor de los demás.
Agarré la espada
con la fuerza de un huracán.
Comencé a pelear.
No sé cómo
no sé dónde
la vida se iba...
y venía.
La abrazaba
como los brazos
de una niña
a su osito especial.
No quería soltar.
Acechando la guadaña está,
pero hoy, no me llevarás...
pero hoy, no me llevarás...
de Santi Anguita