SOMOS AGUA MINERAL

Mortal canto de sirenas

Navego por el río de la vida

sin conocer el fin del destino fluvial,

remo y remo sin saber a dónde ir,

sí voy contracorriente

o simplemente me estoy dejando llevar.

 

No sé dónde está la popa,

desconozco la dichosa proa,

nunca he visto mi barco,

nunca he visto el mar,

zozobro en este seco desierto,

son cucharadas de arena caliente

que recogen los remos de mi barca,

tierra de un reloj del tiempo,

del agua seca que me rodea,

de esta puta vida

de agua mineral.

 

Agua presa de su destino,

metida en botella de plástico

que nos bebemos sin piedad,

que refresca nuestro gaznate,

secando un bello manantial,

así acaba el viaje

rumbo al desconocido inicio del río

para ser bebidos por nosotros mismos,

historia surrealista

que me acaban de contar…

ÁNGEL CUSTODIO

Ángel custodio - Snod

Despierto de un largo letargo,

piernas entumecidas de no usar,

abandonado por todos,

traicionado por mí mismo,

levanto mi cabeza de una pesadilla

y ahora estoy tirado en medio de la nada.

 

Levántome despacio y quedo erguido,

observo el lejano pasado

y giro la cabeza hacia el futuro,

miro mis manos y siento algo en mi espalda

balanceo mi cabeza y cierro los ojos,

es entonces cuando siento que se despliegan

y como un aire fresco me envuelve

son inmensas alas que salen de mí

son grandes, blancas, puras.

 

Vuelo rasante hacia ningún sitio,

ganas de caer y tocar otra vez el suelo,

triste calma que tal vez espere mi caída

y es entonces que con leve esfuerzo levanto vuelo

y me elevo a gran altura

y veo como todo se aleja muy deprisa,

como el gran desierto se convierte en nada,

como el mar de lágrimas se seca,

como las estrellas siguen siendo igual de pequeñas

como pierdo todo de vista.

 

Y allá en lo alto de mi conciencia reposo

y me balanceo

y me esfuerzo,

extiendo de nuevo mis inmensas alas

y las pliego dentro de mí,

observando el brillante devenir

de un nuevo amanecer

quieto como antaño, sin moverme,

esperando ver pasar a mi presa

para por fin poder de nuevo cazar,

para por fin ver la sangre correr.

 

He cambiado internamente,

he mutado externamente,

me he convertido

en mi implacable Ángel Custodio.

LA DIGNA MUERTE

Duermo bajo el telar de mi insomnio

y abro los ojos y allí está desde hace poco,

sentada, con la cabeza escondida,

oculta tras confusas telas,

con sus manos en calma,

y me da miedo, pánico,

allí sentada al lado de mi cama,

se posa todas las noches

y no  sé quien es

y no sé su nombre,

tan solo murmulla y masculla

y no dice nada.

Todas las noches el frío silencio

es turbado con terroríficas nanas,

es entonces cuando despierto

y allí se encuentra sentada,

envuelta en una oscura bruma,

helando la estancia

y yo me oculto tras las sábanas

y no la veo pero la oigo,

hasta que caigo rendida,

hasta que muero de sueño.

Ayer entre en mi estancia

a plena luz del día

no soñaba, no dormía

y allí estaba ella sentada

con su cabeza oculta

sin decir nada,

quedé quieta, petrificada,

todo era real, existía,

un bello brazo se extendió

y me ofreció su fina mano,

yo la cogí y su frío intenso me envolvió.

Enseguida lo entendí, había llegado mi hora,

era la digna muerte que me estaba avisando

“partamos juntos bella dama”

y allí quedé tendida, en mi cuarto.

Mi amor corrió a mi vera

y entre sollozos y lágrimas
me abrazó y vio

allá en la esquina

a una mujer sentada

no tenía rostro,

tan solo murmuraba,

cerró los ojos confuso,

los abrió y ya no estaba…

“Cariño, que feliz soy,

la digna muerte te está visitando,
pronto tu y yo juntos”

METAMORFOSIS

El Viejo - Van Gogh

Hoy me he levantado

y mi pierna ya no es mía,

es algo amorfo y deforme que me está matando,

es un dolor infame 
el talón se me clava en la pierna

y mis horrendos dedos del pie se amontonan,

mi tobillo ha perdido la forma

y las rodillas no responden,

andando parezco un zombie.

Hoy un dolor ha enlazado mi pierna y mi espalda,

es una autopista al dolor que me mata
me retuerce y me atenaza

si me siento, duele,

si me levanto, duele,

si no hago absolutamente nada, duele,

es sufrimiento gratuito,

siento que menguo por momentos,

edad cosa fantástica.

Hoy tampoco veo nada, 
comienzan los días borrosos,

no diviso mi lejano pasado

no vislumbro mi oscuro futuro,

mis cuencas están vacías
soy lechuza sin ojos
que observa atentamente

como me estoy haciendo invisible.

Hoy me duelen las manos

mis dedos no responden

mis brazos unos colgajos

se me cae  todo al suelo

es pellejo sin carne

me da grima tocarme.

Hoy no tengo forma,
¿dónde está mis caderas?
¿dónde está mi culo?
mi línea se ha convertido
en algo triste y difuso.

Hoy me ha salido otra arruga,

y una parte de piel oscura

y un grano se ha convertido en algo extraño

me miro al espejo

¿quién es el del otro lado?.

Y ya no sé quién soy,
estoy mutando a otra cosa,
es el túnel del tiempo,
entramos unos
y salimos otros,
arrugados y deformes
es la metamorfosis .

no ando,

no toco,

no oigo,

no me reconozco,

no me acuerdo de nada.

En definitiva,

la edad camino menguante

y ahora yo, soy otro,

¿dónde está el que antes estaba?

el tiempo nos cambia

hemos sido muchos yo

y  todos ellos somos nos

y todos juntos hemos de partir

pues todos ellos han sido uno,
pero eso si,
marchamos con el peor...

METRÓNOMO HUMANO

The Warning - Kai Samuels Davis

Herida que sangra,

te observo atentamente, con dulzura,

parte de mí se está fugando, huyendo,

líquido rojo, brillante y denso

recorre suavemente mi cuerpo,

saltando al vacío, regando el suelo.

Soy un metrónomo humano,

marcando un ritmo constante,

banda sonora que me acompaña,

goteo incesante de mi vida,

de un tono monótono,

ojalá  yo fuera

diapasón de frío metal

y saber cuanto he desafinado.

Me rompo por mis adentros,

pues veo que la vida se me va

por una pequeña salida

que el tiempo no cicatriza,

sino que agranda lentamente

como un terrible agujero negro,

no desespero pues el final

siempre es un principio.

Adiós, me voy de mí mismo,

desaparezco de mi cuerpo,

vacío queda el envase

algo que tantas veces he visto

cerca pero desde muy lejos

y resulta que ya entonces

lo estaba perdiendo,

ironía de la vida,

creces y pierdes.

Amo la vida que he vivido,

quiero a los que he querido,

recuerdo todos mis días

como si fueran el primero,

pues todos son distintos,

pues todos son iguales,

pues todos son uno menos.

He sido parte de mi vida

y parte de la de otros tantos,

he ahí  mi débil impronta,

en el recuerdo de otros mortales,

en el breve pasar los capítulos

de esta gran historia

que es vivir la vida que nos toca…