domingo, 27 de octubre de 2019

UNA HORA MENOS

Chronos esperando en el cementerio



Cruza los brazos Chronos
riéndose sin que se escuche,
pues el hombre, 
como siempre, minúsculo,
lo ha vuelto a intentar,
cambiar lo imposible
parar lo inevitable,
porque el tiempo es el mismo
y no hay nada que lo pare,
es caída libre
en un agujero sin fondo.

Hoy el poder nos ha dicho
que hay una hora menos
y es una cruel mentira,
porque todo es lo mismo,
seguimos cayendo,
ni mas despacio,
ni mas deprisa,
nada se permuta,
nada cambia,
continua todo
al mismo ritmo,
me lo ha dicho Ananke
creadora junto con Chronos
del imperturbable universo.

Somos seres ridículos,
por querer cambiar una hora,
de un tiempo infinito.

domingo, 20 de octubre de 2019

ZANAHORIA

Mark Ryden - Nacimiento


Nevera, preludio de un frío reposo,
de ahí saco la zanahoria
tumbada en su fría sepultura
de un bello naranja y forma irregular,
color antinatural
del chaleco de emergencias,
del camión de la basura,
bello color degradado
a tan solo llamar la atención
del hombre despistado.

Como azteca en un sacrificio
te quito la piel sin piedad
te corto en pequeños trozos
con mi afilado cuchillo de cocina,
concentrado en mis problemas
alerta en no descuartizarme a mí mismo
como la cruel venganza de un verduricidio.

Somos zanahorias de la vida
de un color piel mortecino,
con el don del movimiento
con el poder de nuestras mentes,
cíclopes tristes pues sabemos el final
de la alegre zanahoria,
que después de tiempo creciendo
acaba en una triste cámara fría
para finalmente ser cocinada
y lentamente ser digerida,
abono de otras verduras
como nosotros los humanos
somos zanahorias andantes.

Corre hortaliza cantosa
por el inmenso campo,
juega a que no te coja el nabo,
a esconderte de la verde lechuga,
disfrutando de tu corta vida
judías, puerros y cebollas,
creciendo en la dulce tierra,
hasta que llegue el hombre
y te arranque del rico suelo,
acabando con tu existencia
¡oh zanahoria divina!,
te canto con desconsuelo,
es una oda al naranja
rica y bella fruta
del árbol de nuestra vida
que destripo todos los días.

domingo, 13 de octubre de 2019

LA FAMILIA - LOS PADRES BUENOS

Kmberggren


Son el inicio de todo, la creación emana de ellos,
dioses que nos dan vida, dioses que nos idolatran,
nos cuidan, nos aman, se ven reflejados en nosotros,
ellos son nuestra luz de guía, nosotros somos su esperanza.

En el crecer está el querer, avanzamos porque nos empujan,
crecemos bajo sus alas, nos sentimos bien, protegidos,
aprendemos de sus enseñanzas, de sus caricias, de su amor,
nos arropan en las largas noches, están ahí vigilantes.

Y pasan los años y la relación coge forma, es especial, única,
es el hablarse con la mirada, mirarse aunque no nos veamos,
estar ahí perennes, como un viejo árbol, bajo su sombra,
es parte de ti, sois constelación, estrellas siempre unidas.

Y todo acaba porque todo tiene un fin,
quedas solo sin tus fieles acompañantes,
y triste te alegras pues eres su esencia,
y ellos siguen en ti, porque eres parte de ellos.


UNA NUEVA MUJER

Christian Schloe - Alas de mujer



Y una lágrima pura recorre su mejilla,
es un adiós definitivo a su infancia.
es una amarga sensación de tristeza,
en el andén de la vida, un día se va la adolescencia.

Y recuerdas lo cálida que era tu casa,
lo bien que se estaba en tu mundo,
jugando con tu dulce hermana,
tu rico plato de lentejas, tu tableta de chocolate.

Y respiras una vez más y coges fuerzas,
saltas al aire y despliegas tus alas
y vuelas bajo, rondando tu casa,
pues sabes que ya queda muy poco,
para dar un gran paso,
el de ser una mujer adulta…


domingo, 6 de octubre de 2019

EL VASO AZUL



Allá en el fondo del armario descubrí por casualidad un vaso de vidrio antiguo, lo saqué de las tinieblas de mis recuerdos y allí estaba mi abuelo bebiendo de ese mismo vaso, vidrio soplado azulado, yo en su regazo le miraba, “era un gigante saciando su sed” pensaba mientras los rayos de sol que atravesaban el cristal reflejaban en mi rostro miles de luces azules, entonces mi abuelo, dejaba con violencia el vaso encima de la mesa y me decía:

- niño, no hay nada como el agua fresca bebida en un buen y grueso vaso de cristal, este que ves era del padre de mi padre que lo había heredado del abuelo de su abuelo – me decía mientras me quedaba embobado mirando a ese vaso que en aquella época me parecía casi una jarra interminable. Entonces, me abrazó con fuerza…

Estuve en la mesa de la cocina el resto de la tarde observando y tocando ese bello vaso, observé como la luz atravesaba sus entrañas y era dirigida por toda la instancia en diferentes tonalidades de azules, azules verdosos e incluso en verde…

Mis labios en el frío cristal,
allá donde posó la carne de mis antepasados,
mi piel contra la piel muerta del que ya no está,
mis labios besando a los difuntos que dejaron su huella,
noto su calidez impregnando el borde romo del vaso.

Abro mis ojos y todo se distorsiona,
lo grande es chico, lo pequeño diminuto,
donde debería haber una pared, hay una ventana
y veo a mi bisabuelo que no conocí bebiendo,
donde no debía estar me veo, pues yo bebo del vaso
y me observo por la base del recipiente,
muerto, ido, vaso vacío y al otro lado
bebiendo del vaso mi no nacido bisnieto,
me asusto y dejo de beber el agua que no hay,
he visto a través del vaso que hay otra realidad,
he abierto la puerta hacia otro mundo
he visto el pasado y el futuro,
vaso de cristal antiguo
te he dejado, donde hace un rato te he cogido.

No quiero sentir tu tacto, tu presencia,
te he vuelto a esconder al fondo,
solo quiero salir huyendo de la cocina,
pues he visto que no estoy vivo,
he visto que todo es mentira
pues realmente mi abuelo aquel día enloqueció
no me abrazo,
me partió el cuello,
lo he visto a través del vaso,
mis otros ojos ajenos,
el mismo vaso que besó mi abuelo,
abriendo las puertas del averno
donde moro sin saberlo.


martes, 1 de octubre de 2019

CINCUENTA Y CINCO (QUINCUAGÉSIMO QUINTO PARA LOS AMIGOS)



Cincuenta y cinco, número que trasciende,
número intrascendente que suma al resto
una cifra más,
he ahí su paradoja.

Capicúa es tu nombre que llevas con orgullo
pues empiezas donde acabas
y el fin es el principio, da igual.
Tienes rima fácil, graciosa e irrespetuosa,
avanzadilla en el descenso de la vida,
eres el mediodía de tu decenio, inicio del ocaso,
luz entre las sombras, difícil de definir,
complejo de relacionar con algo,
bello y musical,
he ahí su peculiaridad.

En definitiva, dejo mis cincuenta y cuatro
con cierta nostalgia por el fin de esos días
y por haber sido un buen año,
cincuenta y cinco entro por tus puertas
y he firmado mi compromiso contigo,
a partir de ahora soy quincuagésimo quinto,
bebamos todos en tan solemne celebración,
he ahí mi palabra.

EL POPULISMO