sábado, 26 de enero de 2019

DUDO, LUEGO INEXISTO.

The Laugh - Mark Bryan


Vainilla que impregna mis oídos
como patada en la boca,
sangre que emana por mi paladar
y sube por mis inexistentes
trompas de Falopio.

Rio rojo, hermoso y navegable,
por el surco de mis penas azules,
venas que me comprimen
como las lágrimas que desprendo
cada vez que me ahogo en mí.

Cerebelo que estas en los cielos
cerca de mis grandes pies
quiero alcanzarte, llegar a ti,
para comerme mi cerebro cansado,
para saciarme de tu materia gris.

No entiendo el sentido de esta vida,
ni lo que hacemos por aquí,
no paro nunca de buscarlo,
porque el tiempo en encontrarlo
es perdido para siempre,
principio de un predestinado fin.

Soledad que me envuelve, seda negra,
amante sórdida, siempre conmigo,
perdido en mis no inteligibles escritos,
hundido en mis redes verdes,
de un gran navío a la deriva
que me aleja de lo cuerdo de la vida,
que me acerca  a lo absurdo de mi.


sábado, 19 de enero de 2019

MÓVIL, LA OTRA REALIDAD

Bola de cristal - Robert Anning Bell

Vivimos la vida

a través de una lente,

¡maldita bola de cristal!

solo miramos hacia el suelo

rehenes de su luz clara

esclavos de la ciencia

que potencia nuestro autismo

castigo divino y terrenal.

 

El poder hablar

con los ausentes

y con los de al lado

sin pronunciar palabra,

sin cruzarnos miradas

abducidos e hipnotizados,

extraño mundo

donde habla

quien debiera tocarte,

son ellos tus dedos.

 

Viajamos, vemos mundo

observando desde el embudo,

¿Dónde estamos realmente?

portando nuestro castigo

pequeña caja tonta

no nos vayamos a perder

cualquier acontecimiento

que ya estamos con los nuestros

en cuerpo presente

y alma ausente.

 

Triste y solitario autorretrato

de alguna llamada importante

de cientos de llamadas mudas

de miles de fotos sin papel

de millones de experiencias no vividas

por no estar realmente allí,

secuestrada la mente vilmente

por un insípido y frío móvil

que nos tiene dominados,

que se ríe de ti y de mí.


sábado, 12 de enero de 2019

TELÉFONO PÚBLICO



Verano de inicio de los setenta
era un frío y oscuro  pasillo,
cavernas de los tiempos modernos
antiguos porque de esto hace tiempo
pero que todavía existe, pues eso, moderno.
Al fondo a lo lejos en la pared una bombilla
y debajo de ella, un teléfono público,
de color gris viejo, de textura desagradable,
moneda de dos ranuras para llamar a alguien,
la extraña magia de hablar con el ausente.

Mejor telefonear en la intimidad de la noche,
porque de día era imposible, goteo de almas,
de vecinos, guiris y ociosos veraneantes.
Si había uno con historias que contar,
si había diez personas con ganas de hablar,
incluso si no había absolutamente nadie
el poder comunicar y expresarte
requería dedicarle tiempo y monedas
que daban precio a las palabras.

No  era un Nokia, ni Samsung ni Apple,
no tenía pantalla, ni daba la hora, solo llamaba,
no daba información de nada ni de nadie,
sin internet, sin pantalla, no se cargaba,
bastaba un dedo y su disco de marcar,
número hacia arriba, retroceso y vuelta a empezar,
y ese sonido liviano y mecánico "tacatacatacatá"
miles de personas usaban un solo teléfono,
que se oía mal, que se cortaba la llamada,
el auricular pesaba, tacto duro y frío en la oreja,
que había que limpiarlo antes de usar.

¡Qué avance cuando lo montaron!
¡Qué gran acontecimiento!
El primer edificio de la playa con teléfono,
hace cuarenta años y parece que fue hace siglos
y allá en una mole de cemento, junto al mar,
en la planta baja al fondo de un pasillo,
donde hace muchos años había siempre gente
un lugar de encuentro, concurrido,
solo queda un hueco, vacío,
con un casquillo de bombilla antiguo
nadie sabe que hace allí
y pensar que hace ya tiempo
en ese rincón mágico había un teléfono
y ahora la magia es banal
y lo llevamos todos en el bolsillo.



sábado, 5 de enero de 2019

A MI AMIGA ANA

Barca cruzando el Guadalquivir  - E.Vaz-Serra


Ana, así es su nombre
faro en el desfiladero
de una costa hostil y brava
luz de guía en el camino,
protectora de los tuyos
guía de navegantes
amiga, consejera infatigable.

Guerrillera en cientos de combates
espada en ristre, al acecho,
en las batallas ganadas,
en las batallas perdidas,
defendiendo lo ajeno
sin pedir nada a cambio.

Y un buen día abandonas el faro,
aquel que tanto cuidaste,
ese día abdicaste de tu reino
dejaste tu hierro y armadura,
impoluta, como sin usarse,
la costa estaba en calma
la paz en tus dominios
amazona sin caballo,
quedaste  reina sin reino…

Todo dejado por el amor de tu vida
y disfrutar juntos de la miel de la victoria,
en un paraíso perdido, tu gran sueño,
el descanso del guerrero, la paz anhelada,
idilio de amor, campos de trigo,
gran lago en calma bajo luz de luna.

Y tu hombre descansa en tu idílico paraíso
bajo la sombra de un gran árbol,
a la orilla del agua, mirando a lo lejos
y  lo vio llegar, lento, remando despacio, sin prisas,
Caronte ha llegado, su mano le ha extendido,
en sepulcral silencio, sin previo aviso,
camino a los Campos Elíseos.

Tus anhelos, tus ilusiones, tus esperanzas
engullidas por  fría y húmeda niebla,
¡Oh Dios decidme que mal os he hecho!,
¡he portado la espada en vuestro nombre!,
mano en alto al borde del abismo clama,
tu grito ha petrificado a la mismísima Medusa,
pero Caronte impertérrito ante tus amenazas,
navega bajo protección de los viejos dioses
dejando a tu hombre, a tu espera,
en un bello paraíso.

Y en el drama que es esta vida de sufrimientos,
te has quedado sola en la otra orilla,
cantando odas  a tu ser querido, para que te oiga,
para decirle que aquí estás, anhelándolo,
sin luz, sin arma, desnuda de sentimientos,
desprotegida ante todos, sin tu aura,
llorando de pena, afluente del alma.

Ya el faro yace vacío, barcos encallados
varados en el mar del olvido,
¡no todo ha sido en balde o amiga mía!
la luz eres tú, tu arma es tu persona,
los tiempos cambian, tu impronta,
nada es nunca como antes
en nosotros, tu gran victoria.

Dedicado a Ana María Ruíz

EL POPULISMO