NIÑA Y MUJER

 

La niña y el agua - Biblioteca Nacional de España

Blanco y negro bella niña

es pasado,

verde olivo tus recuerdos

son presente,

azul agua de riego

el futuro,

pequeña niña que ríe y llora,

no era para siempre

con todos aquellos que jugabas

y disfrutabas

con todos los que te han querido

eternamente…

 

Y ahora miras al agua

acariciando su superficie

mirándote en ella,

creando pequeñas ondas

que distorsionan el pasado,

trayéndote al presente

imágenes olvidadas,

recuerdos de otros tiempos.

 

No cierres más los ojos

y observa tu reflejo

pues eres tú mujer

la que miras desde el fondo

a esa preciosa niña

que juega desde la orilla

por siempre de los jamases

eternamente joven.

 

Sky Girl - Healing Starry

                                                 dedicado a @Candi_jaen

 

 

ESPEJO

 

Espejo - @mariqui69171379

Todos los días despierto

mirando hacia arriba

el techo mi cielo,

la cama vacía

sin compañía

nadie me abraza

ni comparte mis sueños.

 

Frío cuarto de baño

refugio del cuerpo

morada del agua

lavo mi cara y levanto los ojos,

mano tendida detrás del espejo,

donde no hay nada ni nadie,

quiero atravesar el cristal donde no me veo,

pues en este lado abundan los nadie

y nado en la abundante nada.

 

He de seguir tu luz

pues faro no tengo

claridad en mi mundo oscuro

y traerte a mi cama

arar tu piel con mis uñas

estar dentro ti

como si fuéramos uno

y siempre soñar contigo

que me quieras y me abraces

que estés siempre conmigo

que seamos amor puro,

un bello reflejo

dentro del espejo.

 

PIAR

 

King Goldfinch - Steven Kenny

Observo tras una ventana tus pensamientos,

miro a través de tus ojos lo que no veo,

leo con interés lo que sientes

o simplemente me enseñas cosas,

pensares y visiones de otros,

es un hilo conductor de dulce seda

de bello oro,

es entonces cuando de muy adentro

siento lo que sientes,

veo lo que quieres.

 

Y como pájaro pío

te replico con mi cantar

ardiendo en deseos para que me leas,

que pienses que mis letras llevan tu nombre

que te ruborices cuando pases por ellas,

sin tan siquiera tocarte, ni conocerte,

tan solo mi mano y tus pensamientos

hagan que pienses que lo que tú has dicho

es mi piar, mi melodía,

y que lo sienten y que lo piensan

los que tu quieres

y los que te rodean.

 

Porque yo no he sido

porque yo no existo…

UN DESIERTO LLAMADO VERANO

 

Sophie Moates- Desert

Desierto, soy en sí mismo calor que me agobia,

páramos interminables de luz deslumbrante

poros de mi piel, manantial de agua

que no refresca y que me envuelve.

 

En esta quietud, en este silencio que me rodea,

tan solo me abraza un sofocante calor

que altera mis sentidos, que me hace trasnochar,

pesadillas calientes, tristes sueños húmedos.

 

Quiero hablar y expresarme y he de taparme la boca,

no quiero morir ahogado ni contaminado en esta triste estepa

en este mundo ridículo y apocalíptico,

verano antaño divino, hoy mi infierno privado.

 

Otoño ven a mí, esparce por el suelo tus hojas secas,

tus cielos naranjas, tus nubes grises, tu fina lluvia mojada

que pueda permanecer callado, con la cara al aire

extraño verano en el que vivimos, 

tan solo deseamos que junto con este año todo finalice…

ARACNE Y EL MAR

 foto:Tóbal Serrano

Tejía Aracne una fina tela de araña mientras Poseidón recluía el agua salina mar adentro, Eolo soplaba los hilos dando volumen y movimiento al mortal tapiz y cientos de sirenas imitaban con sus cantos el hipnótico sonido del vaivén de las olas rompiendo contra la costa.

Las rocas inmóviles contemplaban con horror como Aracne poco a poco las iba envolviendo en su manto mágico de muerte y como todo ese juego diabólico que estaban ejecutando los dioses se acercaba poco a poco a la figura de un hombre que pescaba absorto en un saliente del mar…

La escena era de una belleza sobrecogedora pues el “agua” se movía sinuosa bajo una extraña brisa ocultando las afiladas piedras que quedaron ocultas, mudas, protegidas por la suave y mortal seda.

Fue entonces cuando el pescador pensativo miró hacia la orilla y no vio mar, ni olas, ni tan siquiera ruido, solo algo volátil, como bellas sábanas blancas que se movían de arriba abajo, pensó por un momento que soñaba, poco a poco un intenso olor a mar embriagó sus sentidos.

Lentamente Aracne se acercó a su presa sin ser vista, agarró su pierna y tiró del indefenso hombre hacia su mortal tela envolviéndolo con suma agilidad en suave seda, un beso de pasión envenenado en la boca del asustado mortal lo paralizó, bajándolo plácidamente a las oscuras profundidades del océano en ofrenda a Poseidón, único Dios que podría interceder ante Atenea y devolverla a su forma original de mujer…

Amén