Escribo un diario
en un cuaderno de nadie,
son palabras que se juntan
y dicen lo que siento,
que sienten lo que veo,
que ven lo que escribo,
y así eternamente
hasta que se seque
el afluente
y empiecen otros días
en los que esté ausente,
sin tener posesión alguna
sin estar en ninguna parte
sin que nada haya pasado
sin que a nadie le importe.
Es por eso que recalco
en negro papel carbón
que me gusta este relato,
que decoro los sentimientos,
que disfruto de la lucha
de este sin vivir diario,
que mis heridas no curan
que siguen sangrando,
que cada vez me duelen menos
cada vez son más profundas,
al final,
todo acaba cicatrizando.
Termino por donde empiezo
con letras y pensamientos
del poder escribir lo que siento
de sentir que a veces
me apuñalo por dentro
y me duelen mis propios versos…
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