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| Mortal canto de sirenas |
Navego por
el río de la vida
sin conocer
el fin del destino fluvial,
remo y remo
sin saber a dónde ir,
sí voy
contracorriente
o
simplemente me estoy dejando llevar.
No sé dónde está
la popa,
desconozco
la dichosa proa,
nunca he
visto mi barco,
nunca he
visto el mar,
zozobro en
este seco desierto,
son
cucharadas de arena caliente
que recogen
los remos de mi barca,
tierra de un
reloj del tiempo,
del agua
seca que me rodea,
de esta puta
vida
de agua
mineral.
Agua presa
de su destino,
metida en
botella de plástico
que nos
bebemos sin piedad,
que refresca
nuestro gaznate,
secando un
bello manantial,
así acaba el
viaje
rumbo al
desconocido inicio del río
para ser
bebidos por nosotros mismos,
historia
surrealista
que me
acaban de contar…
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