Sirena de pechos prietos
que miras al horizonte
buscando al marinero
que venga pronto a tus senos
Bebiendo tu fresca leche.
-Tú que la hembra te puede…
Come mi carne hombre
sáciate de mi toda
siembra tu dulce semilla
que pronto volveré a mi hogar
donde yo gobierno.
No me busques en el agua
allí soy diferente
si te encuentro en mi reino
me deleitaré contigo
pero no en placeres pasados
no en tocamientos lascivos
allí te despellejaré vivo
comiendo tus carnes con gusto.
Y lo que más aprecias tus atributos
es deleite de mis crías
y una gran golosina
comerse lo más preciado del padre
la carne que te ha perdido.
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