Randy Mora - sin titulo |
Y vino la
fortuna en noche de tormenta
y con su
sonrisa sarcástica mirome fijamente,
un rayo
iluminó mi habitáculo
trueno
infame que hizo vibrar mi cama
noche de luna
clara, no había nubes,
realmente
no había nada.
Es la Diosa
caprichosa,
casuística
celestial
influencia
diabólica,
es la que
te abre una puerta mágica,
es la que
te acuna despierto,
la que te habla mientras duermes,
dicen que no existes,
pero todos de ti hablan,
es la
belleza hecha carne,
es la carne
que te envuelve,
planta carnívora,
trébol de
cuatro hojas.
Yo te vi y
te sentí rondándome,
me dejaste
prendas embriagadoras,
fuiste
misteriosa y caprichosa,
fui
abriéndome camino
y fui
topándome contigo,
¡Oh amada
suerte!
juro que
sentí tu fragancia,
que no olía a nada,
que veneré
tu presencia,
dentro de tu vacía ausencia,
que amé tu
impronta.
Y haciendo
de nuevo camino,
presiento
que te vuelvo a encontrar,
noto tu
ironía cerca,
es un
amanecer a la hora de la cena,
es
desayunar cuando nace la luna,
es el
deslumbrar de noche oscura,
el quemarte
con el hielo,
helarte en
el infierno,
es
simplemente el cruzarnos,
vieja amiga,
mi Diosa
del alma,
sed
bienvenida de nuevo
a mi
humilde morada…
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