domingo, 18 de agosto de 2024

ADIOS MAMÁ

 


Madre falleció un día cualquiera

entre el diecisiete de julio del treinta y seis

y el uno de abril del treinta y nueve,

ella fue uno de esos millones

que no lo supieron,

muertos en vida,

ellos fueron la estela de un cometa

de las seiscientas mil almas buenas

que partieron sin quererlo.

 

Alicante mugriento de hambre

arena de un desierto que arde

la locura campa a sus anchas

los cuchillos se lamen de sangre,

vacaciones pagadas a ninguna parte

Benidorm pueblo de pescadores

refugio del terror de morir

sin rascacielos ni turistas

ratonera del miedo

de una niña rubia

ojos color cielo.

 

Familia resquebrajada

huida hacia delante

y esa pequeña niña

criada en un charco de sangre

parte a la España profunda

huyendo de la locura,

estómago saciado de aire

maletita llena de lagrimas

violencia gratuita

por todas partes.

 

Y allá llego la hija del rojo

a compartir miserias,

mi pequeña madre

cargando a sus espaldas

las muertes de unos y otros

ella solo era una niña

solo quería jugar

y solo recibió odio.


Belleza ese extraño poder

que poseen las elegidas,

sotanas llenas de babas

manos que la sobaban,

querer vivir la vida

huir de esa locura

escapar de ese infierno,

casarse no por amor

por quitarse de en medio.

 

Y la sangre que derramo

ahora se convertía en vida

ella no entendía nada

no podía amar ni ser amada,

solo quería olvidarse y vivir

que alguien rellenase su hueco

porque tanto dolor

la había dejado vacía.

 

Y por segunda vez

lo dejo todo por amor

o por una mejor vida

eso creía ella

pero era todo una mentira

pues sus fantasmas

sus miedos y sus fobias

marcharon con ella

creciendo día a día.

 

Lo material no llena

el lujo y el postín

no es medicina del alma

y el bagaje dejado pesa,

los príncipes azules

no existen

murieron en la guerra,

y al final tanto para nada

todo la misma mierda.

 

Por eso mama te quiero

aunque no te haya conocido

y mira que te he buscado

en tu cerrado laberinto,

en tus recovecos tan geniales,

en su plano tan absurdo

y cuando te encontraba

no eras real, eras un reflejo,

nunca supe dónde estabas,

jardín marchito de amor y cariño

del que tuve que huir

para poder sobrevivir,

pues todo era dolor y olvido.

 

Descansa por fin mama,

la guerra ya ha acabado,

padre y madre te están esperando

para llenarte de alegría

para poder darte amor

mi pequeña niña rubia

por fin puedes jugar tranquila…




 

2 comentarios:

  1. Increíble, cuanto sentimiento y verdad hay en estas líneas. Me encanta

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  2. La verdad es esquiva y a veces muy dura... es la desazón de la perdida de una madre muy particular...

    ResponderEliminar

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