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Marten Eskil Winge_-_Thor's Fight with the Giants |
Las copas de
los malos árboles no dejan entrar la luz del sol y el campo se seca y allá en
el cielo los dioses juegan a crear hermosos jardines y no saben que la tierra
está seca, yerma.
Los dioses
tan solo quieren lo mejor para los
mortales y están todo el día dándole vueltas en cómo mejorar sus vidas mientras
que bajo sus pies el caos y la desdicha se apodera de sus dominios.
Los dioses
no conocen sus vastas tierras, no conocen a sus moradores, no han visto nunca sus
jardines, sus cosechas, se han limitado
en su reposo a mirar de reojo a su planeta y lo único que han visto es que las
copas de los árboles son hermosas, verdes, suponen que están asentadas sobre
raíces seguras…
¡Recordad,
el mal está en todas partes incluso en el iluso Olimpo!
Los dioses
tienen emisarios, demonios disfrazados de ángeles mensajeros, que les informan
de los aconteceres de los mortales que tanto les aman, sus emisarios les dicen
únicamente lo que quieren oír, sus supuestas buenas acciones, el devenir y el bienestar de sus
creyentes, los dioses son felices porque
suponen que hacen el bien.
Mientras
tanto los árboles asfixian las cosechas, secan la tierra, dan oscuridad y la
humanidad no entiende por qué sus dioses les han abandonado si su fe es ciega
hacia ellos y no reciben nada a cambio, solo hambre y desesperación, el tiempo
se está acabando.
Todo esto
acontece cuando uno tiene el deber y la obligación de velar por su creación y
deja todo en manos de otros, no cedas nunca un ápice de tu poder, habla
directamente con el que de rodillas te ora, tal vez te cuente que tus emisarios
son los portadores del mal, que tus acólitos matan en tu nombre, que no aplican
tus ideas si no las suyas, que han creado una red para que no veas el mundo
real…
Has
escuchado la voz del pueblo y te has dado cuenta que tenías los oídos
envenenados de mentiras y que al escuchar la débil voz de la verdad te han
sangrando y quieres retomar el control de la situación…
Y es ahora
cuando te das cuenta que tu pueblo ya no cree en lo divino y no cree en los
tuyos que tanto daño les han hecho, que no creen en ti… y ya no puedes hacer nada….
Salvo
destruir lo construido y comenzar otra vez de cero…
Pero eso te
convertiría en un ser maligno y he ahí el dilema:
O destruyes
lo creado convirtiéndote tú en el mal o desapareces dejando el mal reinar, es
lo que tiene jugar, la banca siempre gana.
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