![]() |
Mujer en la escalera - Caspar Savid Friedrich |
Es presto henchido el pecho,
sumido en pensamientos
de un potente latido
camino hacia el cielo,
con esos pies en el suelo
que echan ese corto vuelo
el de subir ese peldaño
cabizbajo y tranquilo,
siempre el mismo sendero
que lleva al precipicio.
Y dejo abajo mis sueños,
y no sé si me libero
o evado mis muchos miedos,
huyendo de lo que dejo,
por eso asciendo despacio,
pues no quiero olvidarme
de un sufrido ascenso,
un viaje a ninguna parte
alcanzar sin prisa alguna
el fin de la escalera.
He llegado a la cima,
como hago a diario,
patíbulo sucio y frío
con una inmisericorde
pena a cadena perpetua,
de no haber podido huir
de la eterna melancolía,
subir para finalmente
volver de nuevo a descender
a mi temido infierno.
Hola... me gusta tu poema.
ResponderEliminarTú escribes sobre un papel que ya no existe,yo escribo en agua
Al final solo quedarán esos momentos, momentos del alma.
Soy escribienelagua.
Recuerdas? alguien perdido en el océano de google.
Me ha cautivado tu perfil, solitario, magnético y enigmático, te sigo buscando...
ResponderEliminarAscender siempre despacio. Bravo!!
ResponderEliminarPues la cima es inamovible, ¿para qué las prisas?
Eliminar