Veo caras y caras
de los que se han ido,
bellas mujeres
de ojos claros y oscuros,
pelirrojas, rubias y azabache,
llenas de vida,
a rebosar de ilusiones
inundadas por tanto amor
de madre, de esposa, de amante
y ya no están, marcharon.
Hombres que aman y que sufren,
que luchan y pueden,
que sienten y miran,
insisto, se han ido,
solos, sin compañía,
tristes y conmovidos,
dormidos en pesadillas,
tantas experiencias e ilusiones
tanto esfuerzo y problemas
que han corrido a raudales
por el cauce de sus vidas
y que se han ido con ellos,
todo lo sentido
todo lo amado
todo lo construido.
Amantes furtivos
carne a flor de piel,
dolor, pasión, alegría,
amor, sexo, cariño,
trabajo, esfuerzo, constancia
y nos han dejado,
reitero, se han ido,
con todas sus experiencias
con su inmenso equipaje,
marcharon todos juntos.
No hablemos más de números
hablemos de personas
con sus defectos y virtudes,
seréis siempre recordados
como víctimas
sin juicio
sin patíbulo
sin verdugo
de un invisible virus…
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