Al cobijo de Manuela |
Bebo de tu
recuerdo
y tu
sonrisa,
bebo de tu
energía,
eres
Atlántico puro
embravecido,
eres la luz
que rebaña
las playas,
la de ese
Portugal
salvaje,
la que nos
da cobijo
en esa
ladera
de Sesimbra
que mira al
mar,
la de esos
ojos
que nos hablan,
la de esa
generosidad
desbordante,
querida
prima del alma
hoy la
tristeza
me ha
clavado
tres
puñales,
por nuestro
vínculo,
por mi
desidia,
por tu
ausencia.
Bebé,
allá donde
estés,
dame luz
pues soy
y eres parte
de mí,
hoy quedo
más solo
mustio y marchito,
se ha ido
el agua
fresca,
el astro sol
el verde
campo,
una hermosa
niña
la alegría
de vivir…
In memoriam María Manuela Vaz-Serra Alves da Silva Fráguas Mateus.
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