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| inspiradora y autora: Yolanda Arias @yaf76 |
Siento mi interior vacío
disonante, sinfonía inversa,
nada me llama ni me interesa
mi amor está conmigo, a mi lado,
tan distante, lejos, allá en el infinito,
todos me cuidan y protegen,
me manejan como muñeco de trapo,
me entierran en felicidad y atenciones,
me sepultan en besos y caricias,
yerma me encuentro, árboles podridos.
Vivo en mi ensoñación, en mi otro mundo,
no quiero nada de nadie, ni a nadie nada
solo quiero dormir, soñar y olvidar.
Fue entonces cuando dentro lo sentí,
algo habitaba en mis adentros, morada extraña
cueva oscura y solitaria,
todo fueron alegrías y parabienes,
regocijo por mi posesión,
se festejaba algo que no llegaba a entender
celebraban que me desdoblaba,
que estaba siendo invadida.
Vivo en mi ensoñación, en mi otro mundo,
no quiero nada de nadie, ni a nadie nada
solo quiero dormir, soñar y olvidar.
Y comencé a notar que algo que no era yo se movía
que andaba por mis largos pasillos de melancolía
era como miles de agujas que se me clavaban
que corrían por mi útero
que arañaba mis temores, mis carnes
mis angustias, no quería sufrir más
me sentía como un árbol en un mal otoño,
frío, seco, sin hojas, ramas desnudas al viento,
todo eran atenciones y maravillas
mientras yo me hundía.
Vivo en mi ensoñación, en mi otro mundo,
no quiero nada de nadie, ni a nadie nada
solo quiero dormir, soñar y olvidar.
Y entonces todo ocurrió
me partí en dos
como árbol que ulula de tristeza,
labios que se abren al sol
y miles de patas que surgen de mi
que trepan mi tripa
arañan mis senos
y se posan en mi regato,
ocho ojos que me miran
mientras me observo rota en el espejo,
como entre ramas, flores y yedras
la araña que llevaba dentro
me ha dicho por fin el secreto
que yo ya sabía
y que todos ignoraban,
que no soy tierra baldía
que no soy triste sueño,
que soy su hija
que soy tu madre…
