Y ahí estás tú relamiendo tu boca pastosa que no sabe a nada, con tu última víctima a tus pies con tus zarpas ensangrentadas de sentimientos, con la misma sensación de vacío que tenías antes de matar el espíritu de tu presa y miras a tu alrededor y de repente ves lo material, el éxito y también lo quieres y lo deseas, necesitas abrir tu segunda puerta y que todo el mundo vaya a adorarte y apostarse bajo tu estatua y la única manera de poder llamar la atención está en lo material porque en lo personal y emocional eres un apestoso, un leproso, invisible…
Y empiezas a vivir la vida de los demás y abandonas la tuya, te vas a un limbo frío y oscuro, a la tierra de nadie y quieres tener lo que él tiene y si lo llegas a conseguir lo quieres mejor y comienzas a criticarle porque a veces incluso teniendo menos que tú también quieres lo suyo y tú reino desmoronándose, pudriéndose y tu preocupado por su casa, por su coche, si lleva joyas, si sale a cenar, si tú no tienes nada y por ello vales lo mismo que él y anhelas lo del prójimo mientras lo tuyo se pudre…
Finalizas creando tumulto y exiges que lo de los demás también debe ser tuyo y miles de almas que moran en ningún sitio entran junto a ti en miles de moradas ajenas y comienzas a apropiarte de lo que no es tuyo y una vez conseguido te das cuenta que por la fuerza liberas también el alma de las cosas y no tienen ya sentido, lo mimado y cuidado que tanto te gustaba en manos de otro al ser tocado por tus zarpas hediondas pasa a ser algo descuidado y horrible como tu antiguo ser que abandonaste hace tiempo y te quedas más que vacío, solo, en el solitario limbo…
Y lo peor es
que en esa situación aparecerá un ser oscuro y abominable que a partir de ahora
te humillará y abusará de ti para siempre y tú que eres obtuso en vez de
intentar volver a tu guarida a tu tercera puerta que es difícil pero posible,
te dejaras sodomizar por la bestia y el poco bien que tengas te será chupado y
devuelto en heces y todo lo querrás y lo poco que consigas te lo arrebatará,
serás un esclavo, un esclavo de la ENVIDIA.
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