El Sacerdote contemplaba desde su templo la enorme
devastación creada por la última inundación del río Nilo, tierras de cultivos
desaparecidas, tierras de ganado engullidas, personas, animales muertos, ruina,
durante un tiempo nadie se acercaría a las tierras fértiles pues era un
lodazal, una pocilga de putrefacción, de enfermedades, la viva representación
del infierno, el caos más absoluto…
Y al poco tiempo salida de las profundidades de la
nada comenzaban a aparecer esos brotes con porte erguido, magníficas, hasta
alcanzar una altura considerable, en medio de la desolación y la muerte los
dioses del averno mandaban señales inequívocas de su poder, de haber recibido
miles de almas y para perturbar a los dioses antiguos la gran planta daba
hermosas flores blancas con las marcas del infierno, en el templo el ritmo era
frenético, los sacerdotes y todo el que habitaba el templo suplicaban por la
vida y hacían múltiples sacrificios, estaban rodeados de la planta del mal, la
que escondía el alma de los espíritus. Ellos que lo sabían todo debían salvar
al Faraón inmortal…
Mientras que el pueblo moribundo por tantas penurias a
escondidas de los sacerdotes se alimentaba de su legumbre, ¡era casi lo único
que tenían para llevarse a la boca!
Y el murmullo y la ignorancia que corre como la pólvora
llevó el miedo y la sin razón convertida en mentira por todo el Mare Nostrum y
su leyenda negra la convirtió en otros males surrealistas, fruto de la
ignorancia y la confianza de los hombres, de los supuestos hombres sabios.
Era morada de los espíritus y su vaina era la viva
representación del miembro viril del diablo, su poder era santo y mágico y se
prefería la muerte a desvelar su poder, puerta entre dos mundos…Se ofrecía en
múltiples celebraciones iniciáticas, bacanales y a los muertos, al haber hambre
y como excusa se comía en ofrenda a los mismos.
Fue alimento denostado, comida de ganado, de los
pastores, de los más pobres…
Olor desagradable en cocción, flatulentas, estriñen,
difíciles de digerir y fatigan el estómago, ¿es simplemente este su misterioso
y gran poder?
Y aquí estoy yo sentado ante un simple plato de
comida, las miro verdes ellas tranquilas en el plato y pienso, ¿algo tan
pequeño y sencillo pudo crear tantos miedos absurdos?, ¿el brotar de la vida en
los sitios más insospechados por qué nos aterroriza? Y es que el miedo al poder
de la naturaleza, al poder de la vida, a lo nuevo, al cambio y a lo desconocido
nos puede arruinar hasta el simple y modesto acto de comernos unas habas con
jamón….
Siempre ha habido miedos y por desgracia los peores
con mucha diferencia los de hoy en día
Y es que
… En todos los tiempos se cuecen habas; y en el actual, a
calderadas…
(Refrán interpretación libre del Quijote II 13, de
Miguel de Cervantes)
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