AMANECER

Vincent Van Gogh - Olivos con cielo amarillo y sol

Amanece,  sale el  sol por Antequera,

rocío del alma que todo impregnas,

manto blanco atrapado al verde,

frescor y humedad en reposo.

Quietud, al alba todo esta inmóvil,

despertando de las tinieblas,

neblina , algodón que envuelve y

disipa el reino  de la bella Nicte.

Luces naranjas surcan el horizonte,

amarillo que corta el azul lapislázuli,

oscuridad que busca refugio,

calor que reconforta mi cuerpo.

Quietud, no se oye nada,

oigo a lo lejos las aves,

altos vuelos, sonido agudo,

es el final, el morir del silencio.

Poco a poco la diosa retira su manto,

se oculta en las montañas,

piedra fría que vigila, que observa,

guardián de la larga noche.

Sol que das vida al campo,

brisa del mediodía,

ulular del aire que acaricia

las plantas que bailan al viento.

Sombras del árbol, el caer de hojas,

chicharras de sonido penetrante,

ondas mágicas en el horizonte

todo se distorsiona, el suelo arde.

Y poco a poco llega el ocaso,

fresco aire que anuncia el fin,

gigante que empieza a echar el manto,

luces oblicuas sin fuerza,  crepúsculo.

Atardecer, nacimiento nocturno,

poesía de los sinsentidos,

frío a flor de piel,

comienza el caos del no ver.

Paisajes estáticos, inmóviles,

día, noche, verano, invierno,

infinito universo reflejado

en tu mente, en mis manos…