Platos rotos de buena artesanía,
resquebrajados de lado a lado,
se arreglan con esmero,
esperando el alimento.
Platos rotos son corazones,
partidos por la mitad,
sin sangre que bombear
a un estómago vacío.
Platos rotos nuestra mente,
que no desfallece y nos da esperanza,
que convierte la miseria en un festín,
del nada que llevar a la boca.
Platos rotos es seguir luchando,
por dura que sea la vida,
comer en tus rotas manos,
vajilla antigua de porcelana fina.
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