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| Languis, birras, wines&roses, Davi y yod |
Vienen cargadas las aguas de vino
pues en tu tierra hay mil cosas
y todos sabemos que son rojas,
¡Oh amigo David!,
que hace tiempo que nos conocimos
rodeados por indios de larga nariz
que esnifaban monopolios rancios,
encorsetados en traumas varios,
pilotos con brechas en la cabeza,
gallinas que ponían su feo huevo
en nuestro impoluto despacho.
¡Oh David! que el tiempo nos mandó
a tomar por un escocido culo
y rompió para siempre esos momentos
donde entrenábamos entre ataúdes,
donde nos reíamos de nuestras sombras,
futbolista con chanclas de playa,
“El Cateto” era nuestro ágora,
laboratorio de nuestras paranoias
donde observábamos lo trivial de la vida,
donde los aprendices de brujo nos hablaban
del Ayahuasca y nos enseñaban las bragas
y nosotros mientras incrédulos
bailábamos al son de la zampoña.
¡Oh David de mis aventuras y desventuras!
“Of the funny life”
ayer viniste a vernos
rodeado de tu Mar
y de tus retoños
y he vuelto a soñar
que trabajábamos juntos,
que te decía mis incongruencias
y tú reías como una puta hiena
bailando como “Forest Gump”,
y con esos ojos verdes césped
me mirabas y nos cagábamos
en lo absurdo de esta vida
jugando a ser comerciales
y a vender nuestra alma al diablo
por ser amigos
y disfrutar de esta vida juntos
aunque sea un ratito,
cada seis años.
...a David Menéndez
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