Ya somos iguales, o eso nos creemos, tenemos nuestros gustos, ideas,
podemos cuestionar en parte la autoridad, el mundo de ahí fuera está por
conquistar y empiezas a tener necesidad de batir las alas y echar a volar.
Sueles ser una época conflictiva, las hormonas nos atacan tenemos que luchar contra nosotros mismos y
contra los elementos, es una época de grandes tempestades y nuestro embarcación
es débil, de esta tormenta podremos salir victoriosos o con numerosas vías de
aguas, de nosotros y nuestra carga depende el final de este turbulento trayecto.
Cuidado con las puertas, si las tienes, durante tu adolescencia se engalarán y aparentemente tendrán pomos de oro, para que tú inocentemente que ya lo sabes todo poses tus inocentes manos y las abras…
Tú qué crees que tienes el control y acabas abriendo tu zona irracional e
indomable, percátate rápido y cierra de nuevo, si no el vuelo puede llegar a
ser un suplicio, como Ángel caído…
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