Peregrino del siglo XXI
en rigurosa fila desordenada
cientos, miles de luces rojas,
paras y avanzas
sin ritmo cierto
oyes la radio
no escuchas nada,
piensas en ello, aquello y lo otro.
Adelantas un poco
ahora te paras
es una ratonera
en noche cerrada,
miras la tenue luz,
240 el cuentakilómetros
broma pesada frente a tu cara.
Me cambio ahora de fila,
no ha servido de nada,
conductores de vista perdida
compañeros diarios sin conoceros de nada
son las 7 y ya cansados
horas de sueño robadas…
Y tarde llegas a casa
cierras la puerta del coche
respiras cielo abierto
o garaje cerrado
tu cerebro se resetea,
te protege
y ha dejado tirado el recuerdo
de tu via crucis diario
del llegar y volver al trabajo.
Bienvenido a tu dulce casa…
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