Vuela tu voz
y no para
de darme
vueltas
como el
viento,
no hay profundidad
que te
silencie
pues siempre
te oiré
cantar.
Ha sido Alan
quien me lo
ha dicho,
ya no hay
ruiseñores
en este triste
escenario,
es como una
muda canción
y de fondo...
tu desgarrada
voz.
Bebamos de ese
tu barril
de exquisito
vino amontillado,
lloremos sin
lágrimas
y brindemos
por haberte oído
pues es una
risa, un eco,
cántame eternamente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No repares en comentar, que por decir que no quede tu disconformidad o tu adhesión inquebrantable, el no exponer este espacio quedará simplemente vacío, como un voto en blanco...