Veo y observo el número insípido que no dice nada, que lo
habré contando en innumerables ocasiones pero que es fundamental como cada uno
de sus antecesores.
Observo e investigo que se asocia al Telurio, metaloide
muy conocido, que no conozco de nada y que en latín “Tellus” es tierra
deduciendo que en este año por fin toco suelo.
Investigo y siento que para darle sentido a todo este
sinsentido que si cogiera mi teléfono y llamara marcando tan solo los dos
números podría hablar con el espíritu de mi abuelo que yace allá a lo lejos en mí
querido México.
Siento y padezco
que aunque parece un número que está cerca de la mitad, no es cierto y se
acerca más al final de mis tiempos, montaña rusa, ¡comienza el descenso!
Padezco y sufro porque si fueras semana ésta sería la
última del año y ni un bisiesto me salvaría, me lo tomaré como año sabático,
descansaré en mi inconsciencia a ver si
cuela.
Sufro porque no se jugar a las cartas y la baraja
francesa tiene ese número de naipes, pica, corazón, diamante y trébol, que algo
tan banal pueda traer tanta ruina.
En definitiva, haciendo autobombo del pasar de la vida y
no precisamente en un gran momento me
felicito por haber pasado tanto tiempo juntos, en tiempos tan distintos…
¡Felicidades a los que cumpláis años en este año aunque
sea número diferente!
!Y VIVA LOS QUINCUAEGERIENSES SEGUNDOS!
!Y VIVA LOS QUINCUAEGERIENSES SEGUNDOS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No repares en comentar, que por decir que no quede tu disconformidad o tu adhesión inquebrantable, el no exponer este espacio quedará simplemente vacío, como un voto en blanco...