En la pareja hay una ley no escrita que dice que siempre uno de los
miembros pierde, como hay infinidad de pesos y contrapesos se debe procurar
compensar la relación, que todos perdamos y ganemos un poco y así equilibrar la
balanza.
Como esta regla es intuitiva cuando estamos
en proceso de cortejo, excitados y/o buscando consuelo emocional, la razón, la
intuición y hasta la inteligencia desaparecen,
nos quedamos en el limbo de lo visual, la ensoñación y lo irreal.
Es aquí cuando debes buscar tu lado racional y su punto de acceso, deja una
piedra del templo de la lógica que deje entre abierta tu tercera puerta, la más
hermosa, a la que menos caso le haces, la que da acceso a tu parte libre, racional,
nunca te entregues al 100% deja al menos un 1% de espacio sin entregar, REPITO SIN ENTREGAR, ten en cuenta que
como la relación vaya mal, que la persona a la que creías que amabas no sea la
persona que aparentaba, como te deje de repente y te quedes vací@, engañad@ o
lo que es peor te haga daño, en ese caso puedes colarte por ese pequeño
resquicio cerrar la tercera puerta y refugiarte en la razón y la lógica y ahí
lentamente lamerte las heridas y recuperar poco a poco la dignidad.
Si no has tenido la precaución que te he dicho y las cosas salen mal, serás
una esclav@ del sufrimiento, estarás vaci@, te sentirás violad@.... Y lo que es
peor puedes acabar esclav@ de tu pareja y tu vida convertirse en un tormento,
entonces será demasiado tarde, nuestra razón y voluntad se habrán encerrado
tras la tercera puerta con mil candados y no saldrán porque son sentimientos
muy puros, sensibles, siendo tu final como ser independiente.
Tendrás tras de ti otro yo que te dominará y te hará sufrir y nunca
volverás a ser el mismo, estarás maldecid@ del mal de amor.
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